La antigua caballería de Binissaida, nombre de claras raíces árabes “Bani Said”, de los hijos de Said, fue objeto de numerosas divisiones que han generado una serie de fincas rústicas independientes, que conservan un ligazón a través del topónimo (así Binissaida de Sa Torre, Binissaida de Davant, Binissaida de Sa Creueta, Binissaida de Ses Barrancones o Sant Joan de Binissaida).
A consecuencia de la expansión económica (comercial y marítima) que experimentó Menorca (especialmente la ciudad de Mahón) en el siglo XVIII, surgió una nueva clase económica, la ascendancy, de raíces netamente burguesas, que invirtió parte de sus excedentes en la compra de fincas rústicas, a las que hizo construir casas señoriales, como la de Sant Joan de Binissaida.
Sant Joan de Binissaida ha sido objeto de muchas transformaciones a lo largo de los años. En la planta baja se construyó la vivienda de los payeses y en el primer piso la de los propietarios. Las buhardillas en el segundo piso se aprovechaban para almacenar trigo y otros cereales.
La planta baja de la casa se encontraba absolutamente abandonada, se había bloqueado la cerca de entrada y no había más que un pequeño baño, situado en el ojo de la escalera principal. Las buhardillas no eran habitables y era necesario rehacer tejados y azoteas. La noria había prácticamente desaparecido. No quedaba nada de la antigua arboladura de madera, se habían hecho algunas soleras de hormigón y el agua se había secado. Aún así, se conservaba la alberca que se alimentaba de agua proveniente de otro pozo. Junto a ésta y al horno de pan (que tampoco podía usarse) se habían levantado dos habitaciones por abrigar motores y servicios que destrozaban la belleza de todo aquel entorno, y tanto la boyera como el pajar se encontraban en un estado de total abandono que imposibilitaba su utilización. Finalmente, los campos de cultivos nunca habían sido despedregados ni rehechas las paredes de piedra seca que los rodean, lo que exigió una profunda inversión para convertirlos en campos de cultivo mecanizables.
En relación a la obra construida, la propiedad, después de decidir que quería convertir la finca en un hotel con encanto, encargó la rehabilitación del edificio a la joven arquitecta y paisajista Elisabet Quintana Seguí. La casa se reconstruyó entre 1998 y 2002.
En el año 2000 se rehabilitó la noria después de estudiar los elementos etnológicos con los que había sido construida inicialmente. Hoy contiene agua y funciona como en la antigüedad. Asimismo, se rehizo el antiguo horno de pan, que hoy en día puede utilizarse.
En el año 2008 se ha reconstruido la mayor parte de la planta baja de la casa, convirtiéndola en un gran restaurante de vanguardia, con una cocina dotada con los últimos avances tecnológicos. También se renovaron las Suites de la segunda planta Wagner y Strauss.
En el año 2009 se inauguró L'Envelat, una gran pérgola cubierta con jardín privado, ideal para organizar eventos y celebraciones en un marco excepcional. Los jardines magníficamente cuidados, la delicada iluminación de los espacios y las amplias terrazas convierten L'Envelat en el destino de los actos más exclusivos de Menorca.
En 2017 se creó un filtro verde según las directrices del GOB que reutiliza el agua desechada para el riego de la finca.
En el año 2018 se construyeron 3 nuevas habitaciones respetando al máximo las zonas verdes de la finca: Mahler, Britten y Stravinski. También se reformó la Junior Suite Verdi convirtiéndola en una gran habitación con un solo espacio con vistas a la entrada del Puerto de Mahón.
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Camí de Binissaida, 108
07720 · Es Castell · Menorca
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